24 marzo 2010

¿A todos a quienes nos repele la violencia etarra nos repele la violencia?

¿Es posible que un día enciendas la televisión y te encuentres con un contertulio partidario de asesinar a etarras?

Sí, es posible.

Saber más: Dos apuntes históricos
  • Comentario de Ramón de Tolosa, en Fuerza Nueva (7-6-75)
"Una vez más, desde el Ejecutivo, se nos ha dicho eso de que el Gobierno está contra la violencia, venga de donde venga. y una vez más, con todo nuestro respeto, tenemos que disentir de la voz oficial. No se puede juzgar por el mismo rasero la violencia atea, antiespañola y criminal, la violencia desatada por el comunismo y ETA, con la violencia que pueda producirse por quienes así actúan -ocupando un espacio que otros deberían llenar- en defensa de los eternos valores de la Patria, del Régimen y de sus propias vidas y bienes.
"¿Quién ha dicho que todo menso la violencia?" nos preguntó un día José Antonio. ¿No fue el propio Jesús quien ejerció la violencia ante los mercaderes del templo? ¿No fue en sí un acto de obligada y santa violencia el Alzamiento Nacional el 18 de julio de 1936?
¡Dejemos ya de jugar con frases huecas y demagógicas, que sólo parecen encerrar confusionismo, miedo y extrañas complacencias frente al enemigo! La violencia es o no justa, según de donde proceda, según los fines lícitos o ilícitos por los cuales se ejerce".

 
  • "Las piedras y la cultura". Fragmentos de un comentario sin firmar publicado en Fuerza Nueva (enero de 1972)
"En diversas ciudades españolas se han apedreado escaparates de librerías donde se exhibían libros. Naturalmente, la acción ha suscitado palabras de repulsa e indignación contra los autores que "frente a la cultura oponían las piedras", y algún que otro órgano de prensa ha atribuido la comisión de los hechos a los "guerrilleros de Cristo Rey", grupo que sirve de desahogo para, cuando las cosas no salen como debieran, colgarles el sambenito (...)

Ninguno de los comentaristas que enjuicia el "apedreamiento" de las librerías se detiene a pensar en las causas que han motivado y a veces obligado a un comentario tal. (...) Pues bien, la desnuda realidad es que en esos escaparates lo único que se ofrecía al lector eran libros de propaganda marxista y socialista, negativa, antiespañola y antifranquista, y todo ello con la anuencia de nuestras autoridades, que no impiden que los libros más perniciosos y dañinos para la formación de nuestras juventudes se expongan en abrumadora mayoría en las tiendas del ramo. (...)

Los libreros que atiborran sus estanterías con esta clase de libros están cooperando, secundando, apoyando y sirviendo de cauce, y no solapadamente, a los elementos de la subversión. Se puede responder que los libreros no tienen culpa alguna y lo único que hacen es mostrar al público libros "autorizados" con los que ideológicamente simpatizan, en cuyo caso las piedras estarían mal dirigidas y habría que apuntar contra los responsables de los establecimientos donde se amasa la cultura no ofrezcan al lector casi más que literatura tendenciosa y parcial, antispañola y marxista.

Que nadie se extrañe después de que en las universidades condeen trapos rojos o banderas tricolores".

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