27 mayo 2012

El hambre como violencia

Dos frases de Jean Ziegler en unas declaraciones suyas en La Vanguardia (27-5-12)

"El hambre no es una fatalidad, es un asesinato"
"El hambre es pura violencia estructural, es un orden caníbal del mundo".

Saber más:

  • "¿Cómo es posible que, más de una generación después de que el ser humano caminase sobre la luna, dejemos morir innecesariamente a otros seres humanos porque no damos prioridad a satisfacer a tiempo sus necesidades más básicas?"

Jan Egeland, Coordinador de Ayuda Humanitaria de la ONU (2003-2006), sobre El precio de la respuesta tardía a alertas tempranas durante la sequía de 2011 en el Cuerno de África, informe elaborado por Save the Children y Oxfam que alerta sobre las consecuencias en millones de personas. Egeland habla directamente de "atrocidad".

  • "¿Qué clase de mensaje, directo o subliminal, transmitimos a nuestros hijos cuando nos ven mirar para otro lado y permanecer inmutables ante la muerte temprana e injusta de nuestros hermanos africanos? ¿No es la negligencia, el no hacerse cargo de las responsabilidades, sobre todo con los más pequeños del mundo, una forma más de violencia? ¿no vamos a reclamar a nuestros responsables políticos que muevan todos los hilos que hagan falta para que los gobiernos se impliquen e intervengan de inmedito con una respuesta humanitaria en condiciones?"

María Jesús Castillejo, del artículo "¿Hay alguien ahí? Somalia grita", publicado en Diario de Navarra, 8-8-11


  • "Progresa la idea de que el hambre es un problema profundamente político. Es algo que estaba ausente del debate cuando la crisis alimentaria estalló hace dos años (...) Hoy se reconoce que en la base de los mil millones de personas hambrientas, hay un problema de justicia distributiva".
Olivier de Schutter, relator de las Naciones Unidas para el derecho a la alimentación en Público (23-5-10)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buen artculo. No puedo dejar de pensar que, dentro de algunos siglos, se mire atras hacia esta epoca, la gente piense que estabamos locos: unos nadando en la abundancia y otros muriendo de hambre.