"Mantuvo vivo ese republicanismo cuando se convirtió en monárquico sincero", según Nair, que califica eso de "aparente contradicción".
"Y él pretendía que la Corona no era antirrepublicana, pues aceptaba lqa diversidad no solo de las naciones españolas, sino también de las tradiciones ideológicas (...). La Monarquía democrática podía integrar sin problemas su republicanismo de fondo".
Saber más:
- El Partido Socialista en 1977, tras las elecciones de aquel año:
"El PSOE es republicano y la mencón prioritaria del rey, ni es conveniente, ni debe figurar en primer lugar en la Constitución".
- En octubre de 1976 Felipe González recordó en el libro "Juan Carlos, escucha" (Pedro Calvo Hernando, Ultramar 1976) lo que a comienzos de ese año él mismo había afirmado:
"Creo que nuestro pueblo, que en su inmensa mayoría está por la libertad, que quiere la democracia, no ha identificado todavía libertad con República" (...)
Y continuó después:
"Pero
el todavía de mi respuesta inicial empieza a variar paulatinamente y se
trocará, sin duda, en clarmorosa reivindicación popular
-democracia-república- si la celeridad exigida por la historia misma de
la transformación democrática no se cumple o la limpieza de la
alternativa se ve empañada por intentos oscuros de conservación de
residuos oligárquicos del régimen anterior. Todo ello sin olvidar que,
al menos los socialistas, sea cual sea el camino, seguiremos
sintiéndonos republicanos y defendiendo esta opción. (...)
El proceso de cambio expuesto por el Gobierno de la Monarquía no sólo es lento, sino que, y sobre todo, sigue siendo oligárquico en su confección, realización y finalidades".
Saber aún más:
"LEALTAD A LA CORONA": expresión nada
inocente; según la primera acepción en el diccionario de la RAE, lealtad
es el "cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las
del honor y hombría de bien". Un republicano es un macho malo, vamos. Al
fin y al cabo, según un artículo, el rey "ha conseguido que España sea
una inmensa sociedad de tolerancia y libertad en la que todo estúpido
pueda tener su espacio de expresión".
Otro tipo de llamamiento a la lealtad está
referido a la Constitución, invocación para criticar a los
nacionalistas periféricos, no a quienes incumplen su articulado social, o
a los incumplimientos en materia de transferencias, por ejemplo.
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