04 julio 2012

Fútbol y nacionalismo

Isabel San Sebastián habla en ABC (2-7-12) de patriotismo nacional y nacionalismo en unas pocas líneas. Fíjense qué contraste. Y no ha sido ni mucho menos la única en mezclar fútbol y nacionalismo (español) estos días


"Resulta reconfortante y a la vez extraño analizar el fervor patriótico que se adueña de nosotros cuando juega la Selección Nacional de fútbol. Reconfortante porque la exhibición de banderas y orgullosas proclamas de españolidad, incluso en lugares como Amurrio, en el País Vasco, paradigma del nacionalismo excluyente, demuestra que en el fondo de este pueblo late un sentimiento unitario (...)"

También en ABC (3-7-12) escribe Tomás Cuesta:

"La identificación mediante signos nacionales es una condición para que una sociedad fluya".

¿Esa teoría tampoco es nacionalismo? ¿Cómo llamamos al sentimiento orgulloso de afirmarse nación, demandar más nación, negar ese carácter a otros, no dar la posibilidad de elección, y proclamarse indivisible?


Y en Diario de Navarra, resulta significativa una viñeta de Ramón (2-7-12) que dice: "Gracias al fútbol se atreven a sacar las banderas un montón de gentes que se avergüenza (SIC) de enorgullecerse de ser españoles", dice un hombre con una bandera española en una viñeta de Ramón (Diario de Navarra 2-7-12) Falta sintáctica aparte, el contenido refleja una oportunidad para los que saben que el fútbol ayuda a la construcción nacional. Conclusión: unos partidos de Eurocopa hacen más que mil libros, mil documentales o mil clases escolares, por lo que se inyecta una importancia exagerada al fútbol hasta convertir a unos deportistas en héroes, y a un equipo en símbolo más allá de lo deportivo.


Algunos mensajes de contenido identitario tras la consecución del Mundial de fútbol en 2010 por parte de la Selección española
  • "El miércoles noche, la mayoría de españoles demostró que tiene hambre de nación"
Carlos Herrera, en ABC (9-7-10)
  • "Las victorias de la selección española nos han devuelto las ganas de abrazarnos como españoles de entraña y certeza, y al calor de los abrazos hemos descubierto que el amor a la patria no es pasión vergonzosa ni asquerosita, sino amor actuante y salutífero, como lo es el amor a la propia sangre"
Juan Manuel de Prada, tomado de Público (10-7-10)
  • "La rojigualda ha ondeado en millones de balcones para disfrute de los viandantes"
Isabel San Sebastián, en El Mundo (8-7-10)
  • "A todos nos ha hecho sentirnos más orgullosos de ser lo que somos"
Nacho Cano, en Cuatro (12-7-10)
  • "¡Por fin! Por fin podemos gritar sin tener que mirar alrededor: VIVA ESPAÑA"
Ángel Rodríguez, en Marca (15-7-10)


Saber más: Año 2010, cuando el lenguaje que rodea a la selección española de fúbol hacía o pretendía hacer país

- "El suelo de todo un país", según Informativos Tele 5, que la Selección gane la Copa del Mundo.
- "Rajoy y Bono ponen a la selección como ejemplo para los políticos" (El Mundo, 10-6-10)
- "Porque más que un equipo, somos un país" (publicidad de Cruzcampo)
- "Tenéis un contrato con la sociedad, que nunca ha sentido tanta expectación" Jaime Lissavetky, secretario de Estado para el Deporte, a los componentes de la Selección. (Público, 11-6-10)


Saber aún más:
  • "No te creerás que el honor nacional o local está en juego en partidos de fútbol, finales de tenis, carreras ciclistas y otras muestras de habilidad deportiva", escribió hace unos años en la revista El Sur el sociólogo Alberto Amador.
  • ¿Politización del deporte? Muchos ejemplos, de uno y otro signo. Ahí va una muestra: tras la victoria de España en la Eurocopa de 2008 escribió Agapito Maestre en ABC (4-8-09): "Ni siquiera el triunfo de la selección nacional de fútbol ha servido, después de un par de semanas, para detener la crisis nacional y de valores ciudadanos que vivimos los españoles desde los años treinta del siglo pasado".
  • Diario de Navarra editorializaba el 31 de diciembre de 2007 a propósito de un partido de fútbol entre Catalunya y Euskadi: "el nacionalismo se engancha al fútbol" como si no lo estuviera antes. Las crónicas deportivas están influenciadas, a veces a más no poder, por un componente nacionalista, y no sólo en fútbol, sino en Fórmula 1, tenis, ciclismo o natación sincronizada. Esa subjetividad vende, pero llega a contaminar el periodismo.
  • Salvador Espriu, en el libro "Los triunfadores", de María Mérida (Plaza&Janés, 1980)
 "Uno de los pecados históricos de Franco -un gravísimo pecado- es no haber educado políticamente a los ciudadanos. Ciudadanos, no súbditos. La gente está "distraída" por el fútbol y otros espectáculos multitudinarios".

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