13 octubre 2015

Notas a propósito del 12-O



Si como afirma El Mundo, el 12-O es "una Fiesta que debería servir para unir, no para separar", habrá que convenir que la `fiesta´está mal diseñada. Que falta espiritu integrador y respeto al discrepante. Que el protagonismo militar es un mensaje de unidad por la fuerza, muy poco compatible con el rango festivo que se pretende otorgar al día. Que gran parte de la izquierda española (Izquierda Unida y Podemos no acuden por no sentirse representadas).

La `Fiesta Nacional´ alimenta un relato antagónico con un estado plurinacional. No solo contrapuesto, sino legitimador de la unión por obligación, y de la ilegalidad de las reivindicaciones nacionalistas. La nación española que se festeja el 12-O impide y hasta prohíbe el reconocimiento a las naciones vasca, catalana o gallega. Es un hecho.

Bajo mi punto de vista, el nacionalismo español sigue careciendo de un relato mínimamente atractivo para sus dicrepantes, más allá de una vaga y tradicional apelación hueca a la diversidad, al estar forjado y seguir atrapado en la cultura de lo incuestionable.

Ni la Virgen del Pilar, ni el Ejército, ni la Guardia Civil ni la ocupación de América son en 2015 elementos suficientemente persuasivos para convocar una fiesta en torno a estas figuras. Si "nuestra Guardia Civil simboliza la identidad de España", no nos echemos la manos a la cabeza porque millones de personas no quieran ser españoles o no se sientan interpelados a serlo.

Falta de mesura es calificar de "ultraje" la no presencia de una presidenta, como ha escrito un articulista.

Falta de respeto es cambiar el apellido a esa misma presidenta autonómica, como ha hecho un diputado.

Falta de realidad es el título de la portada de hoy de ABC. Ese "Toda España" como sujeto.

Falta a la verdad decir que con su presencia, cualquiera de los presidentes ausentes hubieran representado sociológicamente a todos sus paisanos. 

Falta del más mínimo decoro es llamar `Pablo´ a la cabra de la legión.

Falta de estética (y de realismo) es afirmar que a la `fiesta´ hay que ir para estar en mejores condiciones de evitar un recorte en el autogobierno.

La discrepancia es el producto de la diferencia y la diferencia, consustancial a la pluralidad. Discrepar, incluso frontalmente, exige a unos y a otros saber hacerlo.Cuidando las formas, que terminan siendo parte del fondo.

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