04 febrero 2016

Cuatro apuntes sobre la Transición

  • Cuando se habla alegremente de 'la generosidad' en la Transición, no debería olvidarse, entre otras realidades, que Adolfo Suárez acabó arrojado al barro, más solo que la una.
  • La Transición es como en el caso de Estados Unidos con Kennedy, nuestro idílico Camelot. El áurea de esta época no sería la misma de no haber concluido con una mayoría aplastante socialista, que simbolizó que la travesía había tenido recorrido.
  • Hablar de una `Segunda Transición´ nos deja dos mensajes paradójicos entre sí. Por un lado, nos certifica que hasta las épocas más idealizadas, protagonistas y circunstancias son perecederas, envejecen y mueren sus participantes, llegan nuevas generaciones, problemas y puntos de vista para resolverlos de acuerdo con el momento y la perspectiva recibida. Por otro, nos señala que la marca Transición conserva fuerza dentro del imaginario colectivo siempre que se la añada un ordinal. Quizás, en parte porque por el propio acontecer de los acontecimientos, y temores cruzados, supo romper con los guiones preestablecidos, y salió por los pelos, pero salió. Aunque no lavase toda la ropa sucia, y ciertos lamparones nos siguiesen acompañando muchos años. Quizás hasta hoy.

Saber más: La frase
Julio Anguita en El Mundo (3-2-15)

"La Transición ha terminado con el triunfo de las fuerzas conservadoras en la economía y la política en vez de en el Estado de Derecho, democrático y social equilibrado que se quería".

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