"Vivimos en un momento de discursos, pero de pocas narraciones formadas", escribe en El País Máriam Martínez-Bascuñán
"A diferencia de otras pasiones, el miedo es primitivo. Sin embargo, la compasión o la solidaridad, según nos cuenta Martha Nussbaum, requieren de un pensamiento empático más elaborado, capaz de ver cosas desde otras perspectivas. Desarrollar la sensibilidad para la compasión implica estar expuesto a otras culturas, haber leído novelas, visionar películas que preparan el camino para el respeto y la imaginación. Consiste en cultivar ese “desplazamiento de la mente” del que ya nos hablara Kant para, por ejemplo, ante un personaje de Dickens poder afirmar: “He ahí otro ser humano como yo”. Probablemente, ninguna obra de Marx nos explicará tan bien lo que es el sufrimiento humano, ni nos impulsará con tanta fuerza a salir de nosotros mismos para entrar en otros mundos. Para hacerlo, necesitamos narraciones que relaten lo que sucede y otorguen sentido a la historia".
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En 2012 se cumplieron 200 años del nacimiento de Dickens. Aquí van tres links que complementan la reflexión de Martínez-Bascuñán.
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En 2012 se cumplieron 200 años del nacimiento de Dickens. Aquí van tres links que complementan la reflexión de Martínez-Bascuñán.
- Dickens sigue diciendo la verdad Benjamín Prado, en El País (7-2-12)
- Y un Dickens que nos lo cuente Txema Montero, en Deia (7-2-12)
- La tira de Oroz, Diario de Navarra (8-2-12)
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