15 mayo 2017

"Alguna parte del futuro estaba presente en el pasado"

Fragmento de un artículo de Txema Montero en Deia (La historia no tiene tiempo para ser justa, 12-5-17)

Se equivocaron quienes hace veinte, quince, diez o cinco años hicieron prospecciones de futuro. Creían que se podía leer el futuro como si se tratara de un libro abierto, creían que se podía escribir en él como si fuera una página en blanco. Hechos imprevisibles como el ataque a las Torres Gemelas, la invasión de Irak, las consecuencias de la primavera árabe, la crisis de Lehman Brothers y las hipotecas subprime, las migraciones a Europa, el Brexit o el auge de los populismos de derechas descalificaron teorías y augurios hasta hacernos decir: “El futuro no es lo que era”. Sin embargo, alguna parte del futuro estaba ya presente en el pasado. La codicia financiera estaba a la vista con su obscena ostentación y desmedido consumo; el ocaso de la clase trabajadora tradicional se intuía tras las sucesivas reconversiones y globalización, con China y los emergentes como talleres del mundo; al igual que el desfallecimiento de la clase media ante la computarización de los servicios, máquinas que sustituyen a empleados. Del mismo modo, alguna parte del pasado está ya presente en el futuro: el reforzamiento de los Estados-nación; el levantamiento de muros para frenar las invasiones o la ampliación del existente entre EE.UU. y México; la fortaleza Europa de las alambradas de concertinas (...)